STS Proyectos de ingeniería le ofrece a continuación una sencilla manera de comprobar cuánto es posible ahorrar con una reforma adecuada del alumbrado público.
Qué hay que reformar
1. Lámparas de la potencia justa:
Una manera de ahorrar es cambiar las lámparas por otras de la potencia justa, de manera que el consumo de la nueva lámpara más su equipo asociado sean menores que las existentes. Para ello es necesario efectuar un cálculo luminotécnico apropiado, y no tener prejuicios a la hora de seleccionar la alternativa menos potente. Desde aquí le animamos a considerar seriamente las ventajas de las lámparas de vapor de sodio de alta presión (VSAP) de 50 W.
2. Alumbrado reducido de madrugada:
La reducción de flujo luminoso de madrugada es una inteligente manera de no malgastar energía y dinero. Se trata de bajar a la mitad la cantidad de luz visible emitida por el alumbrado público cuando no es necesario el nivel normal de iluminación. Esto es generalmente posible a partir de las 23:00 h y casi hasta el amanecer, porque la utilización de las vías públicas a esas horas ya es mínima y un alumbrado reducido es suficiente.
3. Estabilización de la tensión:
Las oscilaciones de la tensión de la red que alimenta una instalación de alumbrado acortan significativamente la vida de las lámparas. Una tensión estabilizada con un equipo adecuado colocado en cabecera evitará este problema y reducirá los costes de mantenimiento. Además, se encargará también de reducir el flujo luminoso nocturno, que era la medida de ahorro nº2.
Cuánto se ahorra
Para estimar el ahorro que produce una reforma se necesita comparar los datos de la situación existente con los de la modificación prevista. Rellene los campos que siguen a continuación y podrá obtener enseguida el ahorro anual y en cuántos años se recupera la inversión inicial.
El botón de abajo marcado "Datos de ejemplo" le muestra un caso real.
Situación existente | Reforma prevista | |||
1. Potencia de la lámpara | Pl (W) | |||
2. Potencia del equipo | Pe (W) | |||
3. Potencia total | Pt (W) | |||
4. Potencia reducida | Pr (W) | |||
5. Número de luminarias | U | |||
6. Funcionamiento anual | Ha (h/año) | |||
7. Coste de la energía | Ce (€/kWh) | |||
8. Funcionamiento normal | Hn (h/año) | |||
9. Funcionamiento reducido | Hr (h/año) | |||
10. Consumo func. normal | En (kWh/año) | |||
11. Consumo func. reducido | Er (kWh/año) | |||
12. Consumo total | Et (kWh/año) | |||
13. Emisiones CO2 | CO (ton/año) | |||
14. Coste func. normal | Cn (€/año) | |||
15. Coste func. reducido | Cr (€/año) | |||
16. Coste total | Ct (€/año) | |||
17. Diferencia coste energético | Dc (€/año) | |||
18. Disminución emisiones CO2 | Dco (ton/año) | |||
19. Ahorro porcentual | Dp (%) | |||
20. Inversión inicial | In (€) | |||
21. Amortización | Am (años) | |||
El ejemplo compara la sustitución de 100 lámparas de vapor de mercurio de 80 W que funcionan con la misma intensidad toda la noche, por 100 lámparas de vapor de sodio de alta presión de 50 W que están a la mitad de su flujo luminoso durante el 60% de la noche aproximadamente. Sin tener en cuenta el ahorro por reducción de los costes de mantenimiento, la inversión se recupera en menos de 10 años.
Teniendo en cuenta que la instalación de alumbrado público se diseña para una vida útil de al menos 40 años, ese plazo de recuperación de la inversión es muy razonable.