El Cliente solicitó la instalación que optimizara el espacio disponible sobre la cubierta transitable de su edificio, perfectamente orientada al sur, pero sin que se alterasen lo más mínimo las condiciones de impermeabilización, lo que impedía perforar la cubierta para asegurar los paneles.
La solución que se adoptó en este caso, de muy bajo coste, consistió en emplear bloques macizos de hormigón como lastre, simplemente apoyados, y para asegurar la estabilidad frente a ráfagas de viento, se armaron entre sí con bastidores metálicos galvanizados.
El conjunto ofrece la resistencia al vuelco necesaria, y la relativa flexibilidad de la armadura absorbe bien los vendavales, sin haberse efectuado ni una sola perforación en la cubierta.